INFIEL SIN MEDITARLO.

Todo empezó en el face, Erika publicó una foto suya, donde su propio comentario fue: “que feaaaaaa!!!!”. Es la esposa de un amigo, por lo que nobleza obliga, y en honor a la verdad comenté: “que vas a estar fea nena…estás preciosa.” 

Todo pareció quedar allí ese día, pero fue el comienzo de una escalada, en donde ante una foto mía, ella comentaba “me gusta ese bombón”, y cosas por el estilo. 
Amparados por la total ignorancia tecnológica de mi amigo, las cosas se fueron complicando con largos chats cuando él dormía, o estaba trabajando. Allí empezamos a hablar de cosas más íntimas, siempre amparados por la escritura y nada de cam, hasta que un día… 
La señal de que ella me hace una video llamada me sorprende y decido contestarla. 
-jeje, hoy no tengo ganas de escribir- exclama riendo 
-es mejor así, yo también tengo paja…- respondí yo haciendo alusión a la falta de ganas de usar el teclado. 
Charlamos de boludeces durante un buen rato, hasta que a mí se me escapó sin querer…juro que sin querer. 
-estás hermosa…se te ve bien- dije y al instante me arrepentí 
-no empecés, mirá que me gusta mucho que me digás esas cosas- 
-vamos, estarás acostumbrada a que te lo diga Carlos (mi amigo)- 
Se rió al toque… 
-¿carlos?, ¡es más seco que la mierda!- acotó ella 
-es un boludo entonces, yo no dejaría pasar la oportunidad de decirte cosas, y eso que te veo solamente la cara-dije lanzándome a un camino sin retorno 
-es que vos sos un versero- exclamó ella 
-si te viera de cuerpo entero…- 
Para mi sorpresa ella se puso de pie, llevaba una vieja calza y una larga remera. 
-horrible…mirá- me dijo 
-que vas a estar horrible nena, estás más buena que comer pollo con la mano- exclamé ya con la pija parada 
-te dije que sos un versero, aparte esto es injusto, vos también te tendrías que poner de pie- me apuró mientras volvía a sentarse. 
-es imposible, estoy…en calzoncillos- le respondí omitiendo “también tengo la verga como lo piedra” 
Vi el movimiento de sus manos debajo de la imagen, no imaginé que se estaba quitando la calza. Luego se volvió a poner de pie. Una delicada tanguita blanca enmarcaba su delicioso cuerpo. 
-dale, parate ahora- me dijo 
La imité, me incorporé y no me dí cuenta que mi verga quedaba justo en la imagen de la cam. 
-epaaaa, ¿y eso?- exclamó asombrada 
-es la prueba de que me gustás- le dije 
-mostrámela, no seas malito- me pidió 
-no, esperá, a vos te toca dar el siguiente paso- arriesgué 
No dudó un segundo, llevó sus manos al borde inferior de la remera y comenzó a levantarla. Sus tetas sin corpiño asomaron majestuosas. 
-que yegua que sos, que buenas tetas tenés- comenté mientras bajaba el borde de mi bóxer. Mi verga apareció dura y enfervorizada. 
-es…es hermosa, tenés buena pija- me dijo 
-¿Cómo es con respecto a la de Carlos?- le pregunté 
-¡más grande!...bastante- respondió ella 
Miré la hora, todavía faltaban un par de horas para que mi amigo saliera del laburo. 
-¿estás sola?- le pregunté 
-no, mi marido me está mirando del otro lado de la compu…más vale que estoy solita- rió 
- tengo dos opciones, o me hago una paja ya, o en media hora estoy allá- propuse 
-dale, venite que estoy super caliente- respondió. 
Exactamente en el tiempo anunciado, estaba golpeando a la puerta de su casa. Ella abrió haciéndose la boluda 
-¿Qué necesitás?- me preguntó en plena calle 
-no seas forra, dejame pasar- le rogué 
Su risa maravillosa floreció mientras se hacía a un lado para que yo pasara. Inmediatamente después que cerró la puerta me lancé sobre ella, nos besamos furiosamente por un largo rato. Esta vez fui yo quien le quitó la remera, al mismo tiempo que ella me quitaba el pantalón. Seguimos besándonos mientras yo le acariciaba las tetas y ella manoteaba mi verga casi de forma desesperada. 
-sacate esa mierda- le dije haciendo referencia a su calza. 
Yo me saqué la remera y quedamos ella en tanga y yo en bóxer, volvimos a besarnos, pero esta vez mis manos le agarraron el culo con fuerza. 
Sus suaves gemidos en mi oído, sus dedos en mis huevos, aún sobre mi calzoncillo aceleraron el momento en que me bajé los bóxers, quedando en bolas. Corrí un poco su tanga y apoyé mi verga en su conchita húmeda y caliente. 
-ay que bueno es esto, cuanto hacía que no estaba tan caliente- me susurró. 
Me agarró de la mano y me llevó hasta su dormitorio, de un empujón me tiró sobre la cama y se quitó la tanga. Se recostó sobre mí, haciendo que mi pija se refregara contra su conchita. Luego hizo que abriera mis piernas y se deslizó hacia abajo, en medio de ellas. No se contuvo ni un segundo, agarró mi pija con una mano y comenzó a chuparme con dedicación, mientras yo me entregaba al terrible placer que me invadía, casi no puedo contenerme mientras ella con su lengua recorría una y otra vez la cabeza de mi verga. 
-no, para…que me voy- le rogué 
Ella rio pícaramente y detuvo su accionar, volvió a recostarse sobre mí, y yo la abracé mientras girábamos en la cama, para yo quedar sobre ella. Esta vez fui yo quien le abrió las piernas y volví a apoyar mi verga en su conchita. Sus ojos me quemaban con una mezcla de ruego y pasión. Empujé un poco, como para que la mitad de mi verga entrara en ella. Abrió su boca enormemente mientras se esforzaba por mantener sus ojos abiertos, y sus uñas se clavaban en mi espalda. Lentamente fui penetrándola hasta el fondo de mi verga. Levantó sus piernas y las abrió al todo, facilitando que yo entrara lo más posible. Fue indescriptible el mirarla a los ojos mientras que yo entraba y salía de ella. De vez en cuando nos besábamos, pero luego volvíamos a mirarnos el uno al otro, entregándonos mutuamente el placer que ambos sentíamos. El orgasmo llegó a ella antes, por fin sus ojos se cerraron inevitablemente ante el tremendo placer. 
-ahí viene…ahí viene- exclamó temblando 
Yo me lancé detrás de ella y acabé como si fuera un río desbordándose. El abrazo fue tremendo intentando contener cada uno el placer del otro, culminando el goce en un beso extremadamente largo y desenfrenado sin dejar el rítmico movimiento. 
-que calentura te tenía- le dije cuando me recosté a su lado. 
Ella me acarició el pecho suavemente 
-nunca me dijiste nada- acotó 
-no daba…- agregué 
-ahhh, claro y ahora dio- rió ella 
Volvimos a besarnos, cinco segundos bastaron para que mi verga comenzara a retomar la dureza. 
-esto va a ser largo- le dije 
-si, largo y duro- respondió ella a las risas acariciándome la pija. 
-¿querés duro?, yo te voy a dar duro- repuse- ponete en cuatro- 
Ella obedeció al tiempo que yo me paraba al costado de la cama. El paisaje era esplendoroso, su hermoso culo dispuesto para mí. La agarré con sumo cuidado con una mano de la cintura mientras volvía a penetrarla. Sentir su gemido potente y ver como su espalda se arqueaba ante mi reingreso en su conchita fue un estímulo maravilloso que hizo que mi verga se pusiera al cien por ciento de dureza nuevamente. 
-ayyy papi, que dura- exclamó 
Inconscientemente la agarré del cabello y arremetí contra ella con fiereza. Ella gemía casi continuamente mientras ambos cabalgábamos hacia el horizonte del placer orgásmico. Pegó su rostro al colchón, doblando sus codos y gimiendo a viva voz. 
-si…si…siiiiiii- lanzó casi en un grito acabando clamorosamente 
Una vez más mi rio se desbordó y mi leche en gruesos borbotones impactó en su interior. Furiosamente nos movimos al compás sin yo soltarle el pelo, por largos minutos hasta que las fuerzas me abandonaron. Me desplomé sobre ella agotado, extenuado y satisfecho… 
-la verdad es que hacía mucho que no me sentía así- me dijo 
-¿así como?- pregunté 
-insaciable…quiero más- respondió 
-¿más qué?- continué interrogando 
-mas pija, más de tu pija- 
¿te parece que le preguntemos a Carlos?, ya está por llegar- agregué al mirar el reloj 
-uyyyy, ándate, ándate ya- gritó desesperada mientras comenzaba a buscar mi ropa. 
La despedida fue un rápido beso, ahora falta ver qué pasa de ahora en más… 
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